El arte griego
Los griegos nos dejaron un legado que ha influido
decisivamente en el arte occidental.
Sus valores fueron asimilados por Roma, y han
pervivido hasta nuestros días como sinónimos de proporción, equilibrio y perfección. Destacaron
fundamentalmente, la escultura y
la arquitectura.
La escultura: Es la manifestación artística en la que más destacaron los griegos. El tema que
más repitieron fue el del cuerpo humano, que sirvió para representar a
héroes, divinidades y mortales. Al igual que en su arquitectura, los griegos
valoraron especialmente la proporción, el equilibrio y el ideal
de belleza. Los materiales más empleados fueron el mármol
(coloreado) y el bronce. En función de la
evolución técnica, pueden distinguirse tres etapas:
• La época Arcaica: VII y VI
a.c Durante la misma las figuras eran representadas normalmente de manera
estática (sin movimiento), de frente (ley de la frontalidad) y en posturas
rígidas. Sus ojos eran grandes y expresaban una sonrisa forzada (sonrisa
arcaica). En ellas se aprecia una clara influencia de la escultura egipcia.
Son muy representativos de este período los llamados "Kuroi"
(jóvenes atletas).
• La época Clásica: V y parte
del IV a.c Las figuras se hicieron más naturales y expresivas, adquiriendo más
movimiento y posturas menos forzadas. Desapareció la ley de la frontalidad.
Los escultores se afanaron en la búsqueda de la perfección y la belleza
ideal, aplicando estrictos cánones o reglas a sus obras. Fidias (esculturas
del Partenón), Mirón, Policleto y Praxiteles fueron los más importantes.
• La época Helenística: IV-II
a.c En este período las esculturas fueron dotadas de mayor dinamismo
(movimiento), así como de gran realismo. Ya no se trataba de representar el
ideal de belleza, sino la naturaleza tal cual es, fuese alegre o dolorosa,
bella o fea, e incluso trágica (Muerte de Laocoonte y sus hijos).

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